Si algo caracteriza a las personas más felices es que cuentan con unas competencias de comunicación que les ayudan a encarar de manera más satisfactoria las distintas situaciones que se presentan en su día a día. La comunicación, igual que otras competencias, se puede aprender y practicar. ¿Quieres saber cómo?
1. Escucha activa
Saber escuchar es una habilidad de comunicación básica, pero, aunque parezca simple, no todo el mundo tiene esta habilidad. Muchas veces sólo oímos en vez de escuchar, y otras, nos escuchamos a nosotros mismos en vez de escuchar al otro con una actitud correcta.
La escucha activa, tal y como su nombre indica, significa escuchar activamente, es decir, con atención plena. En otras palabras, hay que prestar atención con los cinco sentidos.
2. Empatía
En la comunicación eficaz, la empatía es importante para situarse en el lugar del otro. De hecho, la empatía es una de las habilidades sociales más importantes, porque es necesaria para convivir con los demás. Aunque no estés totalmente de acuerdo con un compañero de trabajo, con un empleado o con un amigo, es necesario entender su punto de vista, porque también tiene sus necesidades.
3. Validación emocional
Pero además de los dos puntos anteriores, se debe tener en cuenta la validación emocional, es decir, la aceptación y el feedback para comunicar mejor. Porque cuando tenemos a otros delante, es necesario escuchar sin juzgar y es un requisito indispensable comunicar a la otra persona que se le ha entendido.
4. Lenguaje no verbal
La postura corporal, el contacto visual o los gestos, es decir, el lenguaje no verbal (o comunicación no verbal) también comunican. Estar relajado y transmitir lo que intentamos decir puede maximizar el mensaje que queremos enviar a los demás.
5. Resolución de conflictos y negociación
El conflicto es inevitable en cualquier relación, y aprender a manejarlo y a negociar es una manera sana y esencial para hacer que las relaciones funcionen. Algunos individuos prefieren no afrontar los conflictos para evitar el malestar que pueden generar. Esto solo provoca resentimientos y malentendidos.
6. Lenguaje verbal
Uno de los elementos básicos de un buen comunicador es cómo suena frente a los demás. Hablar en voz demasiado baja o en voz alta, arrastrar las palabras, o utilizar demasiados términos de relleno como "ah ", “eh” o “um", puede causar que el mensaje y la conexión con el interlocutor se pierdan.
Por tanto, es necesario ser claro, utilizar ejemplos concretos, tener una buena capacidad de improvisación, vocalizar correctamente, considerar los tiempos, y en definitiva expresar correctamente lo que tenemos en mente para conectar con nuestro interlocutor.
7. Capacidad para mantener el contacto visual
El hecho de hablar mirando a los ojos es uno de los pilares de la comunicación cara a cara, y algo que va más allá de la comunicación no verbal. ¿Por qué? Porque si bien desviar la mirada o mantener la vista baja comunica ciertos estados mentales, además de ello dificulta el intercambio de información y da lugar a malentendidos.
8. Leer y escribir bien
Leer y escribir son importantes para comunicarnos. La lectura posibilita el desarrollo intelectual y, como función cognitiva, permite acceder a los avances tecnológicos, científicos y de la información. Por tanto, ayuda a comprender mejor la realidad, y ser lectores habituales nos da las herramientas necesarias para ser capaces de dialogar críticamente.
9. Respeto
Las personas están más abiertas a comunicarse si mostramos respeto hacia ellas y sus ideas. Acciones simples como usar su nombre o tutearle, tener contacto visual que indique sinceridad, y reflejar la escucha activa hace que la otra persona se sienta respetada y tenida en consideración.
10. Credibilidad
La credibilidad genera confianza, y, como ocurre con el respeto, la confianza es una gran aliada de la comunicación. Las personas están más receptivas cuando hay confianza.